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No utilice soluciones que contienen amoniaco.
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Mantenga un contenedor de GLP en un espacio designado para ello.
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Asegúrese de que siempre tiene acceso libre y rápido al sistema de GLP.
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La temperatura ambiente para los sistemas de GLP es de –20 a +60 °C.
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No utilice las áreas destinadas para los envases de GLP para almacenar otros equipos.
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Nunca deje la embarcación sin vigilancia cuando se utilicen aparatos de GLP.
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No fume ni use llamas abiertas cuando se sustituye un contenedor de gas.
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Las mangueras y las tuberías en el sistema deben inspeccionarse periódicamente, por lo menos una vez al año. Deben sustituirse si presentan cualquier deterioro o daños.
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Las mangueras de GLP del exterior de la cabina deben sustituirse cada dos años y las mangueras del interior de la cabina cada 3 a 5 años.
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Compruebe los conductos de combustible una vez al año. Deben sustituirse si presentan cualquier deterioro o daños.
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Las juntas de conexión de la válvula reguladora se deben controlar siempre cuando se sustituyen los envases y deben sustituirse anualmente.
Los aparatos que queman combustible, consumen oxígeno y descargan productos de combustión en la embarcación. Una buena ventilación es esencial cuando se utiliza uno de estos aparatos.
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Nunca use la cocina de GLP para calentar la embarcación.
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Nunca cubra las aperturas de ventilación.
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Cierre las válvulas en las tuberías de alimentación y la válvula del contenedor cuando no se utiliza el aparato.
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Cierre las válvulas antes de repostar e inmediatamente en caso de emergencia.
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Compruebe que las válvulas del aparato están cerradas antes de abrir la válvula del contenedor.
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Mantenga las válvulas de los cilindros vacíos cerradas y desconectadas.
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Coloque las cubiertas, las tapas o los tapones de protección.
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Almacene los cilindros de repuesto o vacíos en una cubierta abierta o en áreas drenadas que hayan sido diseñadas para ello.
La válvula reguladora no tiene una vida ilimitada. Contiene una fina membrana de goma que finalmente se secará o se hinchará. Si el diafragma se rompe, puede salir el gas de la botella con toda la presión hacia el sistema, provocando así un incendio. Se recomienda sustituir la válvula cada 10 años.
Compruebe periódicamente si hay fugas en el sistema de GLP con un cepillado con agua jabonosa o una solución detergente que no contenga amoniaco.
Compruebe si hay fugas en todas las conexiones.
Si se detecta una fuga, cierre la válvula del envase y repare el sistema antes de volver a utilizarlo.
Las reparaciones deben ser realizadas por un instalador de gas cualificado.